Antecedentes Históricos de la Situación respecto a las Islas Malvinas Argentinas

"Tiene las alas salpicadas de islotes
es nuestra bella del mar.
La patria la contempla desde la costa madre
con un dolor que no se va." (*)

Esbozaremos una reseña de la historia del archipiélago que por hecho y derecho nos pertenece.

"Tiene las alas llenas de lunares
lobo roquero es su guardián.
La patria la contempla
es un ángel sin sueño la patria junto al mar."

Reseña anterior a 1824
El primero que llegó a las islas fue sin duda Fernando de Magallanes al servicio de la Corona Española, a mediados de 1520. Después de Magallanes surcaron esas aguas Loisa, en 1528, Alcazaba, en 1535, Villalobos, en 1549, y otros. Todos al servicio de España. En 1529 Esteban Gómez, miembro de la expedición de Magallanes, con la ayuda de Diego de Ribero trazó una carta marina en la que ubicó a las islas. Los navegantes de otras naciones que se acercaron a la zona no ejercieron actos que acreditasen la posesión. Ingleses y holandeses navegaron por allí, atribuyéndosele a uno de estos últimos el descubrimiento del Cabo de Hornos (el holandés Le Maire lo bautizó, al descubrirlo en 1616, con el nombre de un pueblo de Holanda: Hoorn). Los ingleses han pretendido que Davis descubrió el archipiélago en 1592 y dos años después se le dio el nombre de "Maidenland", en honor a su soberana, ya en esa época como referíamos arriba los barcos al servicio de España surcaban desde hacía tiempo esas aguas, y el primer inglés que se dirigió a esa zona fue Drake en 1577. Aunque realmente hubieran sido descubiertas por los ingleses, este hecho no tuvo ninguna significación ya que los holandeses las "descubrieron" en 1598 y las bautizaron con el nombre de "Sabal de West", en honor a quien comandara la expedición. También hay escritores ingleses que reconocen que a pesar de que se le atribuya a Davis el descubrimiento, es muy probable que éstas hayan sido avistadas por Magallanes y quienes le sucedieron. También los franceses se adjudican el descubrimiento a principios del 1600 por varios buques que partieron del puerto de "Saint Maló", por lo que las bautizaron "Malouinas". Aunque se pudieran hacer valer estos antecedentes, ellos comprobarían solamente el descubrimiento, y si no se pudiera exhibir más que este hecho, esto le correspondería a España, ya que fue Magallanes quien primero las descubrió. Por otro lado el Tratado de Tordesillas firmado en 1494, que dividía los territorios descubiertos en América entre España y Portugal con una línea imaginaria trazada a 370 leguas al Oeste de las islas de Cabo Verde, las incluía en los dominios españoles.

"Tiene el pecho de ave sobre la onda helada
ave caída es su igual.
El agua se levanta entre sus alas
quiere y no puede volar."

En cuanto a la primera colonia que se estableció en las islas, fue de origen francés (los ingleses habían querido instalarse allí en 1744, pero desistieron de la empresa por la oposición de España aduciendo su propiedad) fundada por el Capitán Mr. Luis Antonio de Bougainville el 4 de Febrero de 1764. En la isla más oriental, que llamó de la Soledad, fundó Puerto Luis. Cuando en 1765 España tomó conocimiento del asentamiento, reclamó al Rey de Francia la propiedad de las islas, a la que éste accedió solicitando a Mr. de Bougainville que las entregara. España reconoció el derecho de primer ocupante e indemnizó a Mr. de Bougainville, las islas fueron restituidas en 1767. Mientras España reclamaba a Francia por la posesión de las islas, Inglaterra mandó al Almirante Byron a ocuparlas en nombre de Su Majestad Británica. Byron llegó a las islas el 23 de Enero de 1765, al puerto que los franceses habían bautizado Puerto de la Cruzada, hizo las ceremonias de toma de posesión y pocos días después se fue sin dejar ningún habitante. En 1766 una nueva expedición inglesa llegó a Puerto de la Cruzada, al que rebautizaron "Port Egmont", ocupando el puerto tras amenazar a Mr. de Bougainville. Luego de que los españoles se instalaron en las islas, recibieron la intimación de un buque inglés de abandonarlas ya que pertenecían a Inglaterra. El gobernador de las islas reclamó ante el virrey, y éste al asentamiento de "Port Egmont" refiriendo que los españoles estaban en tierras de su soberano y ellos no contaban con el permiso de Su Majestad Católica. El 10 de Junio de 1770, las tropas enviadas por el gobernador de Buenos Aires, derrotaron a los ingleses y los desalojaron de "Port Egmont"; ante el reclamo inglés España decide restituir a estos las posesiones en las islas "sin que esto afecte la cuestión de derecho anterior de soberanía de las Islas Malvinas". El gobierno inglés aceptó esta declaración. Desde 1771 hasta 1774 Inglaterra mantuvo la colonia en "Port Egmont" abandonándola en ese año en virtud de arreglos de carácter privado. Incluso en Inglaterra se da por sentado que con este abandono fueron cedidas a España. Cuando en 1776 se creó el Virreinato del Río de la Plata, se le asignaba a Buenos Aires los territorios de la costa del Atlántico y Estrecho de Magallanes hasta el Cabo de Hornos, por lo que las islas pasaban a depender del nuevo Virreinato. Luego de la Revolución de Mayo de 1810, el nuevo gobierno de las Provincias Unidas, heredero de los territorios del Virreinato, conservó con grandes sacrificios sus establecimientos en las islas.

"El pingüino la vela,
la gaviota le trae cartas de libertad.
Ella tiene los ojos en sus canales fríos,
ella está triste de esperar."

En el año 1824 el gobierno de Buenos Aires otorgó a don Luis Vernet la concesión de la Isla de la Soledad, del grupo de las Malvinas, con el objeto de que formara allí una colonia sobre la base de la ya establecida. Vernet poseía además la exclusividad de la pesca de anfibios en esas playas y en la zona adyacentes hasta el Cabo de Hornos, región vedada a los navíos extranjeros. Ya en 1820, el gobierno de Buenos Aires había notificado de esta circunstancia a los barcos extranjeros que se encontraban en esa zona, por intermedio del Coronel de la Marina Argentina don Jorge Jewitt (un corso norteamericano) quien fue además nombrado Gobernador llegando a las islas el 6 de Noviembre izando el pabellón argentino. Vernet se estableció pronto en aquella zona en que los franceses no pudieron conservarse y que los ingleses abandonaron en virtud de los derechos y de las exigencias de España. Con la colonia funcionando, Vernet quiso hacer valer sus derechos sobre la pesca de la zona, pero los barcos extranjeros reincidían en el tráfico, al no progresar sus intentos comunicó lo ocurrido a Buenos Aires. El 10 de Junio de 1829 se crea la Comandancia Política y Militar de las Malvinas y Vernet fue nombrado Comandante de todas las islas y costas adyacentes hasta el Cabo de Hornos para que hiciera "observar allí las leyes de la República y cuidara en esas costas de la ejecución de los reglamentos sobre pesca de anfibios"; y se le entregó material de guerra para formar una batería en el puerto principal de la isla. De vuelta en las islas, el nuevo Gobernador se dispuso a hacer respetar lo dispuesto por Buenos Aires. Los buques extranjeros se alejaron un tiempo de la zona, pero al año siguiente se presentaron en las costas algunos barcos norteamericanos, al no hacer caso a los reclamos de Vernet, éste capturó tres goletas: la "Harriet", la "Breakwater" y la "Superior", por infracción reiterada de los reglamentos de pesca. Mientras se instruía el sumario la "Breakwater" huyó. Davison, el Comandante de la "Harriet", se obligó a viajar a Buenos Aires a responder en el juicio que se le iniciaría a él y a su colega de la "Superior". Al llegar Davison a Buenos Aires se inició la polémica, ya que las autoridades no reconocían los reclamos del cónsul de los Estados Unidos, dado que no estaba autorizado para ese acto y por la forma intempestiva en que habían sido presentados. A todo esto la corbeta de guerra "Lexington", de la marina norteamericana se dirigía a las islas con la excusa de proteger a los ciudadanos y comercio de su país en la pesca de anfibios, y su Comandante obligó a Davison a acompañarlo. El 28 de Enero de 1831 la "Lexington" fondeó a cierta distancia del puerto de la Soledad, llevando la bandera francesa y una señal pidiendo práctico para ingresar a atracar. El día 31 se aproximó al puerto, Duncan, su comandante, desembarcó con oficiales y marineros, tomando prisioneros y destruyendo la artillería de la isla y algunas viviendas haciendo gala de una crueldad verdaderamente salvaje. El Gobierno de Buenos Aires contestó, a los nuevos reclamos de don Francisco Baylies, encargado de negocios de Estado Unidos acerca de la captura de las goletas, que se deberían dar por satisfechas las reclamaciones sobre la base de las tropelías que el comandante de la "Lexington" había cometido contra la desprotegida población de las islas. Baylies se limitó a decir que tenía órdenes expresas de su gobierno de justificar los actos descriptos, por lo que pidió sus pasaportes y abandonó Buenos Aires.

"Como a mujer robada le quitaron el nombre,
lo arrojaron al mar.
Le dieron otro para que olvidara
que ella no sabe pronunciar."

Terminado el tema con Estados Unidos el Ministro Fox de Inglaterra se dirigió al Canciller de Buenos Aires, reclamando por el Decreto que nombraba a Vernet como Gobernador de las islas. En su comunicación Fox expresaba que durante el conflicto de la "Lexington", el Gobierno de Gran Bretaña "se abstuvo de hacer observación alguna sobre ellos, animado del deseo sincero de no embarazar en manera alguna al gobierno de la República Argentina en las disensiones que parecía probable sostendría con el de los Estados Unidos", con lo cual demostraba el hecho de abandonar sus derechos (sí es que los tenía) sobre el archipiélago. Pero la nota cerraba declarando que: "la soberanía de las Islas Malvinas está invertida en la Corona de la Gran Bretaña, y que no puede ejercerse por cualquier otra potencia acto alguno de gobierno o autoridad sobre aquellas islas sin atacar los justos derechos de Su Majestad Británica", párrafo que se contradecía con el reproducido anteriormente; con esto Gran Bretaña intentaba reclamar el derecho de las islas al ver que no era eso lo que los Estados Unidos pretendía sino sólo la pesca. Pendiente todavía la cuestión entre Buenos Aires y los Estados Unidos, la corbeta de guerra inglesa "Clio", llegó a las islas "para ejercer allí los antiguos e incontestables derechos que corresponden a Su Majestad". El 2 de Enero de 1833 se presentó al Comandante de la Goleta de Guerra "Sarandí", el Comandante de la "Clio" declarando que venía a tomar posesión de las islas e iba a izar la bandera británica; ante la negativa del Teniente Coronel José María Pinedo a la mañana siguiente se realizó un desembarco que ocupó las islas por la fuerza. Don Manuel Moreno, Ministro Plenipotenciario de las Provincias Unidas del Río de la Plata, comenzó con los reclamos ante el gobierno inglés. Estos reclamos fueron contestados por Inglaterra con una gran cantidad de inexactitudes, que fueron marcadas por Moreno. El ministro argentino agregaba el 29 de Diciembre de 1834 que los derechos de las Provincias Unidas son: "compra legítima a Francia; prioridad de ocupación; cultivo y habitación formal; en fin posesión notoria y tranquila de más de medio siglo". Más adelante agregaba citando a un inglés que "la ocupación es la verdadera base en que se funda toda propiedad". Inglaterra alegaba propiedad basada únicamente en el descubrimiento, algo que como ya vimos es poco probable y muy confuso, y aunque fuera posible basar el reclamo en esto no las habían ocupado, siendo Francia quien lo había hecho, vendiéndolas luego a España. Por otro lado, como ya vimos, la declaración de 1771 que fue aceptada por Inglaterra se refería solamente al asentamiento inglés en las islas y no a la soberanía. Otra muestra de que las islas no pertenecían a Inglaterra, es la pretensión de ésta de que le fueran entregadas en compensación de parte o del total del empréstito otorgado en 1825 al gobierno argentino. Incluso un distinguido parlamentario inglés de la Cámara de los Comunes dijo en 1848 que las islas no producían nada, sólo gastos para la corona y que era su parecer el que se devolvieran a Buenos Aires "que justamente las reclama". En Agosto de 1833, Antonio Rivero, un gaucho que había trabajado con Vernet en las islas encabeza un levantamiento y junto con otros 13 criollos ocupa la comandancia aprovechando la ausencia del Capitán inglés que estaba a cargo, iza la bandera argentina y aleja a los ingleses hasta la isla Kidney. Recién el 10 de Enero de 1834 los ingleses retornan a las islas a bordo del "Challenger" retomando el control de las mismas. El 8 de Febrero logran capturar a algunos criollos, pero Rivero y el resto fueron apresados tiempo después. Los ingleses no procesaron a Rivero en la idea de que crearían un mártir, primero fue llevado a Inglaterra y a mediados de 1838 fue dejado en Montevideo por un buque británico. Se supone que Rivero murió en la Vuelta de Obligado.

"El viento es suyo, el horizonte es suyo,
sola no quiere más.
Sabe que un día volverá su hombre
con la bandera y el cantar."

Como expresara José Hernández en el número 92 de "El Río de la Plata" del 26 de Noviembre de 1869 bajo el título de "Islas Malvinas. Cuestiones graves": "Los pueblos necesitan del territorio con que han nacido a la vida política, como se necesita del aire para la libre expansión de nuestros pulmones. Absorberle un pedazo de su territorio, es arrebatarle un derecho, y esa injusticia envuelve un doble atentado, porque no sólo es el despojo de una propiedad, sino que es también la amenaza de una nueva usurpación. "El precedente de la injusticia, es siempre el temor de la injusticia, pues si la conformidad o la indiferencia del pueblo agraviado consolida la conquista por la fuerza, ¿quién le defenderá mañana contra una nueva tentación de despojo, o de usurpación? "El pueblo comprende o siente esas verdades y su inquietud es la intranquilidad de todos los pueblos que la historia señala como víctimas de iguales atentados. "Allí donde ha habido un desconocimiento de la integridad territorial, hemos presenciado siempre los esfuerzos del pueblo damnificado por llegar a la reconquista del territorio usurpado". Y más adelante agrega: "Entre tanto, deber es muy sagrado de la Nación Argentina, velar por la honra de su nombre, por la integridad de su territorio y por los intereses de los argentinos. Esos derechos no se prescriben jamás".

"Cautiva está y callada,
ella es la prisionera que no pide ni da.
Su correo de amor es el ave que emigra
la nieve que cae es su reloj de sal."

Con la apertura del Canal de Panamá, en 1914, la zona disminuyó su valor estratégico, a pesar de que la Batalla de las Malvinas (1914) y la del Río de la Plata (1939) fueron ganadas por los escuadrones británicos asentados en las islas. En 1948 se creó la División de la Antártida y Malvinas, luego pasó a ser Territorio Nacional juntamente con Tierra del Fuego (1957), desde entonces la Argentina a realizado negociaciones directas con Gran Bretaña y a través de la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas para conseguir la devolución del territorio, obteniendo como mayor logro la Resolución 28/82 de la OEA del 28 de Abril de 1982, a pocos días del comienzo de las acciones armadas, que proponía: "Instar a dichos Gobiernos a que establezcan de inmediato una tregua que permita la reanudación del normal desenvolvimiento de las gestiones conducentes a la solución pacífica del conflicto, teniendo en cuenta los derechos de soberanía de la República Argentina sobre las islas Malvinas, así como los intereses de sus pobladores". En 1966 un grupo de dieciséis hombres armados y un periodista secuestraron un avión obligándolo a dirigirse a Malvinas donde proclamaron la soberanía argentina, manteniéndolas ocupadas durante 36 horas. El punto más áspero del litigio se dio en 1982 cuando el gobierno militar de turno decidió recuperarlas a base de una ocupación militar, desembarcando las tropas el 2 de Abril, los lamentables sucesos terminaron el 14 de Junio apenas 74 días después, dejando un saldo de 648 soldados argentinos muertos (en su mayoría conscriptos sin ningún tipo de entrenamiento) y las islas nuevamente en poder británico, quienes habían contado con el apoyo de los Estados Unidos y demás potencias integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En Abril de 1998 los 648 Combatientes caídos en la guerra fueron declarados "Héroes Nacionales" por "su defensa de la soberanía nacional sobre las islas del Atlántico Sur". La Constitución Nacional Argentina sancionada en Santa Fé y Paraná en 1994 expresa en su Disposición Transitoria Primera: "La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescindible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes por ser parte del territorio nacional. "La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objeto permanente e irrenunciable del pueblo argentino". Actualmente las negociaciones avanzan demasiado lentamente desde la reanudación de las relaciones diplomáticas con el Reino Unido en 1990, se habla de políticas de seducción a los isleños, de soberanía compartida, de respetar la autodeterminación de los pobladores (que por otro lado ya poseen Pasaporte Inglés), pero la realidad demuestra que los ingleses no tienen ninguna intención de discutir la soberanía de las islas.

"Hasta que el barco patrio
No ancle entre sus alas
Ella se llama Soledad."


(*) "Las Malvinas" de José Pedroni.

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