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EFEMERIDES HISTORICAS ARGENTINAS

29 de Agosto de 1810 – Nacimiento de Juan Bautista Alberdi

Juan B. Alberdi nació en Tucumán el 29 de agosto de 1810. A los 25 años ya formaba parte de la Asociación de Mayo; jóvenes románticos, idealistas y liberales, que obnubilados por las nuevas corrientes filosóficas y encandilados por “las luces” de Europa, creen poder convencer a Rosas con sus ideas. Alberdi lo llama “el Gran Rosas”. Pronto, al ver que Rosas no está en camino de aplicar las libertades ni filosofías de la Revolución Francesa, serán sus enemigos. Alberdi publica artículos en “La Moda”, de crítica costumbrista, con el seudónimo de Figarillo. Este grupo de jóvenes afrancesados se sienten en cierta forma amenazados y Alberdi, temeroso, pide audiencia a Rosas: “Más tolerante que sus consejeros, me dispensó de ella, mandándome palabras calmantes por medio de Mariño”, confesará Alberdi.

Emigrado en Montevideo (1838), junto a otros jóvenes se dedicará a combatir a Rosas.

Alberdi reconoce que emigran espontáneamente, sin ofensas ni odios y sin motivos personales, y solo por combatir la “tiranía”. Desde “El Nacional” predica la alianza entre los emigrados y la escuadra francesa que bloquea y ataca a la Confederación. ¿Cuáles son los argumentos? “Nosotros no somos hijos de nuestra tierra sino de la Humanidad” (...) “Para los espíritus vastos y serios que saben no estacionarse en el círculo estrecho de la Nación, la patria es la Humanidad”, dice Alberdi. Juan Cruz Varela, se extraña por la “propaganda anti-americana y anti-patriótica” (Escritos póstumos).

En 1847 desde Chile, publica “La Republica Argentina luego de 37 años de la revolución de Mayo”, donde dice: “Rosas es un mal y un remedio a la vez”... “Bolívar no ocupó tanto el mundo con su nombre como el actual gobernador de Buenos Aires” … “el nombre de Washington es adorado en el mundo, pero no más conocido”... “los Estados Unidos, a pesar de su celebridad, no tienen hoy un hombre público más expectable que el General Rosas” ... “se habla de él popularmente de un cabo al otro de América”... “no hay lugar en el mundo donde se ignore su nombre” ... “porque no hay uno a donde no llegue la prensa inglesa y francesa que hace diez años lo repiten día por día”... “¿qué orador, que escritor célebre del siglo XIX no le ha nombrado, no ha hablado de él muchas veces? Guizot, Thiers, O´Connell, Lamartine, Palmerston, Aberdeen. ¿Cuál es la celebridad parlamentaria de esta época que no se haya ocupado de él? (....y pensar que la historia oficial trató de ignorarlo, de “borrarlo”). A pesar de ser un enemigo político de Rosas, dice honestamente: “Si se pidiesen títulos de Rosas a la nacionalidad Argentina, yo contribuiría con un sacrificio no pequeño al logro de su rescate”.... “El primer partido de América que haya repelido a los estados de Europa, es el de Rosas”.

En 1857 Alberdi era Ministro de la Confederación en Londres. En una reunión privada se encuentran Rosas y Alberdi, los dos viejos adversarios. Alberdi mismo relatará el encuentro. Dice que cuando entró encontró a Rosas hablando con las damas en ingles, y lo describe como “un hombre entretenido y de cierta distinción”. Se dan la mano “con palabras corteses”, sin odios ni rencores. Conversan privadamente. ¿De qué hablan?. Según Alberdi, Rosas le pide decirle al general Urquiza que le está .... “intensamente agradecido por su conducta recta y justa hacia él; que si algo poseía hoy para vivir, a él se lo debía”.... Reitera sus palabras de... “respeto y sumisión al gobierno nacional”... y “habla con moderación y respeto de todos sus adversarios”. Hablan de cosas de la vida cotidiana en Inglaterra, de caballos ingleses y de su caballo, de su difícil situación económica, y le declara no haber traído dinero de Bs. As., pero sí todos sus papeles históricos en cuya autoridad descansa. ... “El dice que guarda sus opiniones, sin perjuicio de su respeto por la autoridad de la Nación”...

Dice Alberdi que Rosas no es fanfarrón ni arrogante, y que se muestra “juvenil y atento” a pesar que a sus 74 años se encuentra en el destierro y en la pobreza, abandonado de todos, calumniado e injuriado. Esta entrevista inicia una amistad entre los dos hombres, y Alberdi llegará a comprender a Rosas.

En 1863, en correspondencia Alberdi le dice a Máximo Terrero: “el señor Elizalde ha entrado en sus últimos trabajos diplomáticos con la misma política exterior que el general Rosas tuvo antes que conociera la Europa. Fiel a su destino se ve que Elizalde marcha siempre a raya del general Rosas ¡Ah, si al menos imitasen su energía y dignidad!” … “que justificación solemne recibe con todo esto el general Rosas”. Le expresa que no quiere molestarlo “en su retiro digno y laborioso”, y que Rosas “está dando lecciones a los generales americanos que la demagogia echa a las playas europeas, llenos de plata y ávidos de placeres” (1 de octubre de 1863).

En carta a Manuelita (13-01-1864) le dice que: “difícilmente se puede dar cabeza que exprese la posesión de un talento superior tan elocuente como la de nuestro antiguo Jefe Supremo del Río de La Plata”, y agrega que “lord Byron habría envidiado la fascinación irresistible de su mirada”.

A Terrero, el 19 de julio de 1863: “En el mismo lugar en que debiera tributarse elogio y respeto al general Rosas, que tuvo tan alto el estandarte de San Martín, lo ultrajan del modo más cobarde e ingrato”... “Me gusta mucho oírle a Ud. que el general Urquiza contempla y respeta al general Rosas, en lo que prueba cordura y sensatez”.

Y todo esto no lo dice un “fanático Federal”. Lo dice un antigua adversario y enemigo político, en su madurez intelectual y despojado de pasiones.

Al saber del incendio de la chacra de Rosas, le escribe a Terrero diciendo que “teme sea obra de los enemigos de Rosas con el fin de hacer desaparecer sus papeles” y el 8 de agosto de 1863, desde Caen... “La causa real del general Rosas se halla triunfante y respetada hasta en esos puntos más vulnerables, por sus enemigos; y él ¿es acusado criminalmente?”. Luego se pregunta por qué ha sido procesado Rosas “el único que lleva vida digna y se tiene en una reserva llena de decoro y de honor”. Habla luego de su proyecto de una defensa de Rosas, y cree que “Una corta Memoria, bien acompañada de una masa de documentos, sería más eficaz que un grueso libro”, y pidiendo disculpas de no haberlo visitado añade, “El ejemplo de moderación y dignidad que está dando a nuestra América, despedazada por la anarquía, es para mí, una prenda segura de que le esperan días más felices que los actuales”.

El 14 de agosto de1864, en carta que contiene el plan de la Memoria propuesto por Alberdi, el mismo agrega que: “El ejemplo de Rosas, de refugiado digno, resignado. Laborioso, en Europa, no tiene ejemplo sino el de la vieja Roma”, y comparándolo con otros generales desterrados en Europa, dice: “solo él no ha conspirado para recuperar el poder, ni ha hecho la corte a los reyes, ni buscado expectabilidad, ni ruido. Solo él ha vivido del sudor de su trabajo de labrador, sin admitir favores de extraños”.

“Es indigno y vergonzoso atacar a un hombre semejante y en semejante situación”, y opina que la “Memoria debe ser sin frases y reducirse a cifras, documentos y hechos: valor de la moneda en tiempo de Rosas y en la actualidad; la deuda de entonces y al de hoy; la ley que dio el poder a Rosas; sus renuncias; las aprobaciones Legislativas de sus actos; los títulos y honores recibidos; las fronteras de entonces y las de hoy; la fortuna que tuvo Rosas y la que tiene hoy”... y haciendo referencia al sable de la independencia agrega ...”no hay que olvidar el testamento de San Martín”...”como vive en Europa y las atenciones de que es objeto”.

Agrega además que ”Para responder al reproche de barbarie, inferido a su manera de atacar y defenderse, mostrar la historia contemporánea de Estados Unidos, Rusia, Italia, Alemania.”

Cree que Rosas “debe defenderse hasta por patriotismo, por decoro de su país. Callar sería dar la razón al que habla, aunque no la tenga”. En 1865 en carta a Terrero le dice que “Cuando veo la nación sin gobierno, yo le preguntaría a Urquiza ¿Para qué volteó a Rosas? ¿No dijo Ud. que era para organizar y constituir un gobierno nacional regular? Lo que hoy existe: ¿es gobierno regular?”

El 13 de marzo de 1866, hablándole a Terrero de su folleto Crisis de 1866, “Había una página en que parangonaba los gobiernos, o, más bien, las personas del general Rosas y del General Mitre, para hacer resaltar la enorme superioridad del primero”, y preocupado por la salud de Rosas, “Hoy es necesaria su vida, no solo para ustedes y muchos amigos, sino para la historia y tal vez para el porvenir inmediato de nuestro País”.

En 1867 dice Alberdi: “Mi pasado político me gobierna un poco, pero él no me impedirá, llegada la oportunidad que ha de venir, de tributar a la justicia histórica, en obsequio de muchos títulos que le asisten a él, el testimonio público de mis convicciones al su respecto".

Alberdi dirá también que “Si se perdiesen los títulos de Rosas a la nacionalidad Argentina yo contribuiría con un sacrificio no pequeño al logro de su rescate. Hablar de la expectabilidad de Rosas es hablar de la expectabilidad del país que representa” (J. B. Alberdi, Obras Completas, T. I. Bs. As. 1886). “Yo fui enemigo lo recuerdo con disgusto” (Fragmento Preliminar al Estudio del Derecho).

Alberdi -en un comienzo enemigo de Rosas- comprende finalmente su error y trata de enmendarlo. Una verdadera honestidad intelectual de este hombre singular, que reconoce los méritos de su viejo adversario, sin rencores ni pasiones. Otros en cambio terminaron escribiendo una “historia oficial” totalmente tergiversada.

Las Bases

“Es utopía, es paralogismo puro el pensar que nuestra raza hispanoamericana tal como salió de su tenebroso pasado colonial pueda realizar hoy la república representativa …con tres millones de indígenas cristianos y católicos, no realizareis la República ciertamente. No la haréis tampoco con cuatro millones de peninsulares, porque el español puro es incapaz de realizarlo acá o allá” (Alberdi. Bases, Cap. XXX).

No son las leyes lo que debemos cambiar, son los hombres, las cosas. Necesitamos cambiar nuestras gentes, incapaces de libertad, por otras gentes hábiles para ella…Si hemos de componer nuestra población para el sistema de gobierno; sI ha de sernos más posible hacer la población para el sistema proclamado que el sistema para la población, es necesario fomentar en nuestro suelo la población anglosajona. Ella está identificada al vapor, al comercio, a la libertad, y nos será imposible radicar estas cosas entre nosotros sin la cooperación activa de esa raza de progreso y civilización…. La libertad es una máquina que, como el vapor, requiere maquinistas ingleses de origen. Sin la cooperación de esa raza es imposible aclimatar la libertad en parte alguna de la tierra (Alberdi. Bases, Cap. XXX y XXXII).

“En Chiloé y en el Paraguay saben leer todos los hombres del pueblo y, sin embargo, son incultos y selváticos al lado de un obrero inglés o francés que muchas veces no conoce ni la O”… “Haced pasar el roto, el gaucho, el cholo, unidad elemental de nuestras masas populares por todas las transformaciones del mejor sistema de educación: en cien años no haréis de él un obrero inglés que trabaja, consume, vive digna y confortablemente” (Alberdi. Bases, Cap. XXXII).

“Haced inviolable al Constitución bajo protectorado del cañón de todos los pueblos, firmad tratados con el extranjero en que déis garantías de que sus derechos serán respetados. Estos tratados serán la más bella parte de la constitución… Proteged empresas particulares para la constitución de los ferrocarriles. Colmadlas de ventajas, privilegios, de todo lo imaginable sin deteneros en los medios. Preferid este expediente a cualquier otro, Entregad todo a los capitales extranjeros. Dejad que los tesoros de afuera como los hombres se domicilien en nuestro suelo. Rodead de inmunidades y de privilegios a tesoro extranjero que se naturalice entre nosotros…que cada afluente navegable reciba reflejos civilizadores de la bandera de Albión.” (Alberdi. Bases, Cap. XV).

“Nuestros patriotas de la primera época no son los que poseen ideas más acertadas sobre el modo de prosperar esta América. …Las ficciones de patriotismo, el artificio de una causa puramente americana de que se valieron como medios de guerra los dominan y poseen hasta hoy mismo. Así hemos visto a Bolívar hasta 1826 provocar, ligar, para contener a Europa, y al general San Martín aplaudir en 1844 la resistencia de Rosas a las reclamaciones accidentales de algunos Estados europeos….La gloria militar que absorbió sus vidas los preocupa todavía más que el progreso…..pero nosotros más fijos en la obra de la civilización que en la del patriotismo de cierta época, vemos venir sin pavor todo cuanto la América puede producir en acontecimientos grandes.” (Alberdi. Bases, Cap. XIV).

“Ante los reclamos europeos por la inobservancia de los tratados que firméis no corráis a la espada ni gritéis ¡Conquista! No va bien tanta susceptibilidad a pueblos nuevos que para prosperar necesitan de todo el mundo. Cada edad tiene su honor peculiar. Comprendamos el que nos corresponde…..la paz vale el doble que la gloria” (Alberdi. Bases, Cap. XV).

Menos mal que en la tercera edición de Bases, el mismo Alberdi aclara que fue una obra improvisada “en carreras con el tiempo”. Por el angustioso término de tres meses entre la llegada a Valparaíso de la noticia de Caseros y la fecha de la edición – descartando el tiempo de imprimir y tirar –, Groussac supone que debió escribirse en veinte días. Pero debe tenerse en cuenta que muchos capítulos eran recortes del periódico el mercurio de 1845, titulados “Acción de Europa en América”, escritos por Alberdi para apoyar ante el gobierno de Chile las negociaciones de Wheelright, empresa minera inglesa de quien Alberdi era abogado y representante.

Fuente: Hijo ‘e Tigre – Juan Bautista Alberdi – www.lagazeta.com.ar

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29 de Agosto de 1840 – Nacimiento de Cándido López

Cándido López nació en Buenos Aires el 29 de Agosto de 1840. Desarrolló una temprana carrera como pintor y fotógrafo retratista Estudió pintura con Cayetano Descalzi y Baltasar Verazzi.. Hacia 1860, en sociedad con el fotógrafo Juan Soulá, recorrió, entre 1859 y 1863, los pueblos de Mercedes, Bragado, Chivilcoy, Luján y Carmen de Areco, en donde realizó retratos al daguerrotipo y algunas pinturas, entre ellas el retrato al óleo realizado en 1862 al general Mitre.

En 1865, al estallar la guerra con el Paraguay, se incorpora como voluntario en el Batallón de Guardias Nacionales “San Nicolás”, recibiendo el grado de teniente 2º.

El 22 de Setiembre de 1866 forma parte de la 3ª Columna de Asalto a Curupaytí; en el avance un casco de granada le despedaza la muñeca derecha. Así da cuenta de este hecho en su Diario de Viaje: "Regresé, y cuando estaba próximo a la zanja vi las cabezas de las columnas de la División Arredondo que ya iban a trasponer la zanja en cuestión. Me senté al pie de un tronco que había inmediato a ella y con un pañuelo empecé a vendarme la herida. Cuando las tropas de la 2da. División habían terminado su pasaje, vino hasta mí mi asistente, que se había enterado de mi herida. En ese momento yo siempre sentado, estaba mirando en dirección a la trinchera. El sacó un gran pañuelo a cuadros blancos y colorados y con él hacía sombra a mi herida. De pronto una granada estalló a nuestro lado y uno de sus cascos hirió mortalmente a mi estimado González, cuyo pañuelo cayó sobre mi herida. Este doloroso suceso me hizo pensar que debía buscar una posición menos expuesta a las balas del enemigo, y me introduje en la zanja, habiéndome en esta situación puesto el brazo en cabestrillo, sirviéndome para ello del pañuelo que me dejó mi asistente. Desde allí estuve observando largo rato la batalla, esto me sirvió para recuperar las fuerzas, pero mi herida era sumamente dolorosa. No se qué tiempo estuve en esta posición, cuando de repente oí el toque de atención y retirada. Volví la vista de donde partía, y vi al general Mitre, siempre con su viejo trompa de órdenes en una actitud tal que me infundió las fuerzas que necesitaba así, por mis propios medios, poder trasladarme a mi campamento en Curuzú, a donde llegué ya tarde, encontrándome con el Dr. Lucilo del Castillo, quien con toda solicitud puso hilas y vendas."

La convalecencia fue larga, pero educa su mano izquierda para seguir pintando. Durante la guerra había realizado numerosos croquis de batallas y campamentos. Tiempo después utilizó este material para desarrollar su serie sobre la Guerra del Paraguay y pintados con la mano izquierda.

Para realizar las escenas de batallas, movimientos de tropas, desembarcos y la vida en los campamentos, utilizó un formato de lienzo muy particular, muy apaisado en una proporción de uno a tres (40 por 105cm), lo que le permitía una narración al máximo detalle de acciones múltiples y simultáneas, como así también optó por puntos de vista elevados, lo que hace extender aún más la profundidad de las perspectivas y de esta manera poder desarrollar las acciones bélicas en superficies de terreno que se prolongan extensas, hasta la línea de horizonte, siempre ubicadas en la parte superior de la obra.

Su idea original era realizar al menos 90 cuadros de batallas pero alcanzó a pintar 58; en ellos vemos al 1er Cuerpo del Ejército Argentino pasar por el río Corrientes, cruzar el arroyo San Joaquín, el velatorio del primer soldado muerto perteneciente al Batallón de Guardias Nacionales de San Nicolás, los campamentos en Uruguayana, en Empedradro, en las costas del Paraná frente a Itapirú; las batallas de Tuyutí, Yataytí, Corá, Boquerón, Curupaytí, etcétera. También hay una descripción minuciosa con detalles miniaturistas de los uniformes de cada uno de los batallones de la Alianza como así también del ejército paraguayo, de las armas utilizadas, de las tareas que se realizaban en los campamentos, los preparativos para cruzar un río e infinidad de situaciones.

El 22 de septiembre de 1872 se casa con Emilia Magallanes, con quien tiene 12 hijos; en 1880 se establecen en un campo de Carmen de Areco, que pertenecía a la familia de su esposa, y se dedica a tareas agrícola-ganaderas, pero sin abandonar sus actividades pictóricas. Sus últimos años los pasó trabajando entre Buenos Aires y Merlo, realizando naturalezas muertas (algunas firmadas como Zepol, invirtiendo las letras de su apellido) y algunos otros motivos.

Falleció en Buenos Aires el 31 de Diciembre de 1902.

López recién fue aceptado como pintor 69 años después de su muerte. En 1963, sus descendientes le donaron al Museo Nacional de Bellas Artes una colección de cuadros de batallas pintados entre 1891 y 1902 y un autorretrato de 1858. Pero la donación recién fue aceptada cinco años después y presentada al público en 1971; el interés que el autorretrato produjo consiguió variar sustancialmente el concepto artístico que se tenía de él.

Fuente:
Julio Argentino Roca – Iconografía Militar, Museo Roca, Instituto de Investigaciones Históricas, Buenos Aires (2006).
Roberto A. Buchi – Cándido López, El manco de Curupaytí.

 

Oscar J. Planell Zanonem - Oscar A. Turone
Agrupación Patricios Reservistas

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